
5 trucos para tocar guitarra sin dolor y mejorar más rápido
Aprender a tocar la guitarra es una experiencia emocionante, pero quienes han dado sus primeros acordes saben que no todo es tan sencillo. Uno de los primeros obstáculos es el dolor en las yemas de los dedos, algo muy común en los principiantes y que puede durar desde unos días hasta varias semanas.
Este malestar ocurre porque la piel de las puntas de los dedos no está acostumbrada a la presión constante de las cuerdas. La buena noticia es que, con práctica y algunos ajustes, se pueden formar callos que harán que tocar sea mucho más cómodo. Aquí te compartimos 5 trucos para tocar guitarra sin dolor y mejorar más rápido para facilitar tu progreso.
1. Ajusta la Acción de tu Guitarra
La “acción” es la distancia entre las cuerdas y el diapasón. Cuando esta distancia es muy alta, se requiere más fuerza para presionar las cuerdas, lo que no solo dificulta la ejecución sino que también aumenta la incomodidad.
En especial, los acordes con cejilla pueden ser un verdadero reto si la acción está alta, ya que un solo dedo debe presionar todas las cuerdas.
Afortunadamente, este problema tiene solución: un luthier o tienda de instrumentos puede ajustar la altura del puente, el alma del mástil o la selleta para que tocar sea más cómodo y menos doloroso.
2. Usa las Cuerdas Adecuadas
El calibre de las cuerdas influye mucho en la facilidad para tocar. Las cuerdas más delgadas (calibre ligero) son más suaves al tacto y requieren menos presión, mientras que las más gruesas pueden acelerar la formación de callos, pero causarán más dolor al principio.
Si buscas suavidad, las cuerdas de nylon son una gran opción, y por eso muchos profesores recomiendan comenzar con guitarras clásicas antes de pasar a cuerdas de acero.
3. No Presiones Demasiado
Es habitual que los principiantes presionen las cuerdas con demasiada fuerza, provocando calambres y mayor sensibilidad en los dedos. El truco está en encontrar el punto exacto de presión para que la nota suene limpia sin lastimarte innecesariamente. Esto se logra con práctica y prestando atención a la sensación en tus manos.;
4. Fortalece tus Dedos
Antes incluso de tocar, puedes realizar ejercicios para aumentar la fuerza y flexibilidad de tus manos. Existen dispositivos de entrenamiento para guitarristas, pero algo tan simple como apretar una pelota de goma o tenis puede ayudar a mejorar la resistencia y el control de cada dedo.
5. Organiza tu Tiempo de Práctica
Aunque la motivación te lleve a querer tocar por horas, es mejor dividir la práctica en sesiones cortas, de unos 15 minutos, con descansos entre ellas. Esto permitirá que la piel se acostumbre gradualmente y evitarás lesiones o ampollas dolorosas.
Si llegas al punto de tener ampollas o sangrado, detente y protege tus dedos con una venda o protector hasta que se recuperen.
Con paciencia y constancia, el dolor inicial quedará atrás y podrás disfrutar de largas sesiones sin molestias. Recuerda: cada acorde que toques te acerca un paso más a dominar tu instrumento.